El inicio del 2021, es un buen momento para plantearnos el hablar de propósito. Es una excelente época para pensar en el plano personal y organizacional y plantearnos nuestro ¿Por qué?, ¿Qué nos hace diferente? ¿Cómo queremos impactar nuestro entorno?
El propósito organizacional, citando a Simon Sinek, “genera un marco de acción que establece un interés genuino, amplio y enfocado donde señala su aporte o contribución a la sociedad”. “Tener propósito significa tener una razón esencial y una postura frente a alguno de los grandes retos que encara hoy el mundo”
Las empresas que defienden causas comunes y toman medidas decisivas sobre temas relevantes, tienen más probabilidades de reformular sus relaciones con sus públicos internos y externos y conectarse con ellos en un nivel más profundo, creando una impacto real, cercano y constructivo.
El tener un propósito, además de los múltiples beneficios de reputación empresarial, comerciales e institucionales de las organizaciones permite enriquecer la estrategia de retención, así como las bases de las políticas de selección, bienestar, compensación, desarrollo y cultura: “El propósito, o razón de ser, es uno de los componentes en el compromiso de los trabajadores». Al poseer un clara declaración de propósito, esta se constituye en una palanca adicional que además de la “compensación económica” , genera un salario “emocional” en el que la persona siente la satisfacción por una contribución favorable y colectiva en la que participa, lo cual la recompensa y hace sentir plena.
El propósito es el punto de unión entre la estrategia, marca y cultura organizacional. Cuando estos tres elementos convergen, mejora el compromiso y, en última instancia, la empresa.
Cuando el grado de compromiso de los trabajadores es bueno, mejoran de forma significativa la productividad, rentabilidad y satisfacción de los clientes, y el número de accidentes de seguridad se reduce.
¿Así que cuál es el cálculo que hay que realizar para que una organización cumpla con su propósito? No existe una única respuesta ni ninguna solución mágica para transformar de manera instantánea una organización. Pero existe una potente combinación de estrategias de probada eficacia para mejorar la experiencia que brinda el espacio de trabajo y ofrecer una realidad diaria más acorde con los objetivos de la organización. Y acorde a la experiencia, a menudo comienza por el propósito o razón de ser.
En diversas investigaciones se ha estudiado el bienestar y el compromiso de los trabajadores durante años. “Cuando las personas están comprometidas con algo más importante que ellas mismas y que el proyecto en el que estén trabajando, podrán hacer frente mejor al stress de la vida diaria”.
Ahora bien, ¿Esta claro su propósito o el de su organización? De no ser así, esta en el mejor momento de formularlo y organizar la estrategia de ejecución para así fidelizar clientes y empleados y mejorar su desempeño organizacional.
Fuentes:
Mauricio Gamboa. Propósito: Una evolución del liderazgo y de Gestión Humana.
Steelcase. “Conectar a las personas con el propósito”